Comienzan a elaborar y plantar viñas en el año 2000, y es en 2003 cuando queda inaugurada la bodega. Cuenta con las más modernas instalaciones e innovaciones tecnológicas para la elaboración de sus vinos, que permiten un exhaustivo control de la calidad de todo el proceso que se realiza, desde la vendimia hasta que sale la botella de vino de la bodega.
Bajo la enología de Ramiro que antes de terminar sus estudios de Enología ya trabajaba en la bodega en la que su familia participaba con parte del accionariado, bodega que en muy poco tiempo se había convertido en un clásico de la Ribera del Duero: Pago de Carraovejas. Muy joven todavía se convertiría en segundo enólogo de la misma trabajando codo con codo con Tomás Postigo.